jueves, 11 de noviembre de 2010

Felicitaciones y enhorabuenas para mi novia. Está teniendo la suerte que se merece. Cuá cuá, ella lo entenderá. Para B&R palabras de afecto. A S, en cambio, le digo las mismas todos los días: quiero irme a casa.  Aunque luego nos reímos y mucho. De ellos, siempre. I venía porque no quiere pasar frío en el establo, en realidad miente, viene por nosotras.  El pijiguay es cada semana más interesante. He decidido que voy a casarme con él, aunque él aún no lo sabe. Quiero una boda como Stanford, con cisnes, una nunca tiene bastantes cisnes. Cantaremos esa canción que tanto gusta a B, y tomaremos puré de calabaza. Calabazas como las que le dí a C. Perdona, yo soy una señorita. Ese día llovía, como todos en realidad. S gritó al ver un sapo en la acera. No le besé porque no quiero más príncipes. Príncipe sólo las galletas. Sandwich, por las noches. Y el Salami mágico. Ví una rana y me acordé de R, y de las fotos que nunca le llegué a pasar. Siempre me acuerdo. Revuelto con queso, y por la tarde con sentimientos. El queso lo arregla todo, siempre lo repito para que no se nos olvide. Y la bendita mampara, me hizo llorar el primer día, porque no había. He hecho la maleta, no metí mis vaqueros favoritos, pero llevaré el gorro. Alguien dijo que nunca se sabe cuándo puede llegar una buena ocasión para quitárselo. Son todos muy reshulones, y sólo hablan de coches. No me gustan. Como tampoco me agradan las nuevas reglas de ortografía. Son tontas, pero no como las rubias, que también. Una locura. S se queja de las botas, le hacen daño, no sabe qué coño hacer con ellas. Unas golfas, es lo que somos, la una y sin sueño, ni intención de tenerlo. Los cantos a Odin. No faltan ningún jueves. ¿A qué coño aspiran? Mañana clase con Herr B, pero nos fugaremos, el tren no espera. Y no cielo, no será como Münster, será mucho, pero que muchísimo mejor. Pienso en B&R, y en las charlas, ellas lo entienden. Siempre entienden todo. Son más listas que yo. Como las listas de espera y las esquinas de recuerdos. La taza de ovejita y los cubiertos morados. El armario de las lamentaciones. D se lamentará cuando nos vea con el palo.
La 1:11 dice el reloj. Quien espera, desespera. 34 días.
Findesemana, todo junto, en la Selva Negra.
EXPECTACIÓN. En mayúsculas.
Que no llueva.

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